Nadie dijo que ser hermana mayor era fácil - Putas redes sociales
Todo comenzó cuando yo tenía apenas 8 años, y ella, la intrusa, tenía tan solo 3 días de vida. Entró en MI casa en los brazos de MI papá. Recuerdo a todos alabando su belleza, mientras yo me daba cuenta de que nadie me miraba, ni siquiera me saludaron. Lo recuerdo claramente: me escondí detrás de un closet y lloré. No entendía por qué me sentía tan triste. Era como si de repente hubiera dejado de existir, y esa sensación me inundó por completo.
Mis padres nunca me habían preparado para tener una hermana. Venían de familias disfuncionales, y parecía que la relación familiar no les importaba mucho.
Mi hermana siempre buscaba arrebatarme todo: el control del televisor, mis juguetes, mi cuarto e incluso a mis PROPIOS PADRES. Cada vez que reaccionaba mal, como suelen hacerlo las hijas únicas egoístas, solo recibía gritos e incluso más que eso por parte de mis padres. Todo eso hizo que mis sentimientos negativos hacia mi hermana crecieran.
Los años pasaron, y yo crecí en el anonimato, ya que nunca fui una hija problemática. Siempre saqué buenas notas y fui una niña bien portada, por lo que me volví invisible. A los 20 años, decidí buscar terapia por mi cuenta (eso es parte de otra historia) y gracias a mi terapeuta, comencé a entender que mis padres habían hecho lo que pudieron y que ni mi hermana ni yo teníamos la culpa de nada.
Hubo un momento en el que mi hermana vino a mi cama llorando, diciendo que le habían roto el corazón. Estaba enfadada y no podía entender por qué alguien haría eso a una persona tan buena. Así que decidí enfrentar al tipo en cuestión y lo amenacé. ¡Sí, lo amenacé y le dije que no se acercara a ella o tendría problemas conmigo! Pasaron algunos años más, y ella tuvo otro novio. En una madrugada, me llamó para pedirme que la acompañara a la casa de una mujer que decía tener a su novio (el de mi hermana) ahi durmiendo. Fuimos juntas, obvio me hice pasar por ella para entrar a esa casa. y les diré, señores, que mi intención solo era validar si eso era cierto o no, pero no pude con mi genio, asi que desperté al tipejo ese y le dije hasta de qué iba a morir. (Mi hermana estaba esperándome en el auto, así que no escuchó nada de eso).
Esos fueron los momentos más épicos que compartí con mi hermana. Parecía que me convertí en su leona protectora. Pasaron más años, y como mencioné, estuve en terapia. Esto me permitió acercarme mucho más a ella. Salíamos a comer, al cine, de paseo. Me convertí en su "Sugar Sister", y creo que la culpa hacía que mi cuenta bancaria siempre estuviera a su disposición. En resumen, nuestra relación mejoró muchísimo.
Solo puedo terminar diciendo que, si me concedieran un deseo, volvería atrás en el tiempo y cambiaría todo. Me gustaría jugar con ella, enseñarle a caminar, hablar sobre las estrellas, compartir nuestras vidas. Me gustaría ser una verdadera hermana mayor para ella. También me gustaría ir a donde esa niña que se escondió detrás del closet y decirle: "Todo está bien, tus padres siempre te han amado, nadie en tu familia ha dejado de quererte".
Nadie nos enseña como ser buenos hermanos mayores y aunque ahora ella y yo seamos grandes amigas y nuestra relación sea envidiable, sigo deseando retroceder el tiempo y vivir la infancia que merecíamos, juntas. Hermanita, te amo infinitamente..
Atentamente,
Tu hermana mayor.
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